Hola!
Soy Laia. Un día tuve la suerte de darme cuenta de una cosa: los seres humanos, como la vida misma, somos sinónimo de infinitas posibilidades. Nuestra capacidad para transformarnos, cambiar y avanzar en nuestra manera de estar en el mundo es ilimitada. !Increíble! !Qué suerte! !Qué privilegio! ¿Quién quisiera ser invisible, volar o leer la mente de los demás? ¿Qué podía ser mejor que la posibilidad de ofrecer una versión de nosotros cada día más genuina, amable, útil y bondadosa. Un impulso se me rebeló al instante: "Laia, ponte al servicio de esta idea, sé útil!"
Entonces me pregunté cómo podía honrar este pequeño milagro que cada uno de nosotros representamos. A partir de entonces me dediqué a explorar a nivel personal y profesional el mundo de la educación emocional y de nuestra interioridad, con el objetivo de encontrar maneras concretas de movilizar en el día a día este enorme privilegio.
Entendí que cada problema sin solución aparente planteado por nosotros mismos nos recuerda dos cosas: la primera es que la solución existe. La segunda que esta radica en nuestro desarrollo humano y ningún otro lugar. Un desarrollo desde el cual la expresión del resto de desarrollos: sociales, económicos, políticos, educativos, tecnológicos etc. puedan ser respetuosos, útiles y libres de perjuicio y discriminación
Este blog es una invitación a sumarse a este propósito, este deber, esta responsabilidad.